lunes, 20 de julio de 2015

INVERNADERO




INVERNADERO[1]
Un invernadero (o invernáculo) es un lugar cerrado, estático y accesible a pie, que se destina a la producción de cultivos, dotado habitualmente de una cubierta exterior translúcida de vidrio o plástico, que permite el control de la temperatura, la humedad y otros factores ambientales para favorecer el desarrollo de las plantas. En la jardinería antigua española, el invernadero se llamaba estufa fría.
Aprovecha el efecto producido por la radiación solar que, al atravesar un vidrio u otro material traslúcido, calienta los objetos que hay adentro; estos, a su vez, emiten radiación infrarroja, con una longitud de onda mayor que la solar, por lo cual no pueden atravesar los vidrios a su regreso quedando atrapados y produciendo el calentamiento. Las emisiones del sol hacia la tierra son en onda corta mientras que de la tierra al exterior son en onda larga. La radiación visible puede traspasar el vidrio mientras que una parte de la infrarroja no lo puede hacer.

El cristal o plástico usado para un invernadero trabaja como medio selectivo de la transmisión para diversas frecuencias espectrales, y su efecto es atrapar energía dentro del invernadero, que calienta el ambiente interior. También sirve para evitar la pérdida de calor por convección. Esto puede ser demostrado abriendo una ventana pequeña cerca de la azotea de un invernadero: la temperatura cae considerablemente. Este principio es la base del sistema de enfriamiento automático autoventilación
Control de vientos fríos e intensos
Estas estructuras presentan armazones, soporte y materiales de recubrimiento, así como una orientación adecuada para proteger y aislar el ambiente interior de los vientos fríos e intensos. Control de exceso de humedad
Al utilizar cubiertas impermeables para proteger la superficie sembrada, se eliminan los riesgos derivados de los excesos de agua provenientes de las altas precipitaciones pluviales.
Control de plagas.
El invernadero sirve como barrera física para las plagas y reduce la incidencia de las mismas. Es importante reducir a un mínimo los sistemas de acceso al invernadero para evitar la entrada de plagas y enfermedades.
Uso intensivo de la tierra.
Los invernaderos permiten obtener cosechas durante todo el año en pequeñas superficies; de acuerdo con el cultivo usado, se logran índices de uso de la tierra de dos a seis veces al año.

Aumento en rendimiento, calidad y precocidad.
El uso eficiente de la energía, el agua y los aspectos de manejo de los cultivos, permiten alcanzar rendimientos de dos a tres veces mayores que los que se alcanzan a cielo abierto; asimismo, se mejora la calidad de los productos, lo que se refleja en el precio de venta y las utilidades que se alcanzan.


[1] http://www.sagarpa.gob.mx/desarrolloRural/Documents/fichasaapt/Invernadero%20R%C3%BAstico.pdf

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